El relato que acabas de leer (La Reina Calafia, Primera Parte) era muy conocido por los españoles que conquistaron México. Se enteraron de él en un libro bastante popular en esa época, llamado “Las Sergas de Esplandián”. En este se cuenta las hazañas del príncipe Esplandián, que era amigo de Talanque, el rey que se caso con Calafia. El libro fue escrito por Garci Ordóñez de Montalvo y se publico en España en el año de 1510. En ese tiempo se usaba la palabra “sergas” para significar hazañas, aventuras.
A los conquistadores españoles les gustaban mucho los libros del tipo de las sergas de Esplandián y los llamaban novelas caballerescas; trataban de aventura, batallas, personajes extraordinarios y lugares fantásticos. Por eso les impresionó tanto el relato de Calafia y la isla de California, de tal manera que lo comentaban animadamente entre ellos, al igual que las personas de hoy platican de las novelas que ven en la televisión.
Un grupo de esos conquistadores, encabezado por Hernán Cortés, vino en 1535 a lo que hoy llamamos península de Baja California. Pero hay que aclarar que ese tiempo esta no tenía ningún nombre todavía, y además no se sabía que era península, es decir, que está unida por el norte al resto del continente, sino que se creía que era una isla, rodeada de agua por todas partes.
En esos años había muchas ideas fantasiosas, pues, por ejemplo, se decía que esta “isla” era riquísima en oro y perlas, y que la gobernaba una mujer de gran estatura, casi una giganta; además se escuchaba que por estos rumbos había lugares habitados solo por mujeres.
Como comprenderás, a los conquistadores que venían con Cortés todo eso les pareció muy semejante al relato de la reina Calafia contenido en las Sergas de Esplandián, de tal manera que a esta tierra en que se encontraban le dieron el nombre de la isla fantástica que se describe en la novela. Fue así como la llamaron California.
Andando el tiempo se supo que se trata de una península y no de una isla, pero el nombre se conservó y además se aplico no solo a la península, sino también a la región que esta al norte. Para distinguirlas, a esta se le llamo Alta California y a donde vivimos Baja California.
La explicación del origen del nombre de nuestra tierra, que acabas de leer, está considerada como correcta por personas que han estudiado mucho sobre el asunto, y por lo mismo ya no se aceptan otras explicaciones que se daban anteriormente. Como ves, California es un nombre muy bonito, salido de las páginas de un interesante libro de aventuras.
Los españoles en la region austral de la peninsula
Quizá te desilusione el no ver a tu alrededor el oro ni las riquezas fabulosas que según se decía aquí abundaban, pero debes advertir que lo más valioso de todo es el trabajo y las virtudes de los hombres y precisamente con el trabajo de todos estamos haciendo una Baja California cada día mejor. Por eso si nos esforzamos en nuestras labores y en superar nuestra conducta personal, haremos de este lugar que se caracteriza por su progreso y su ambiente de cordialidad, justicia, bondad, Belleza, paz. ¿Puede haber mayores riquezas que estas?
Fuente: La reina Calafia y el origen del nombre de California (cuento para niños)
Dirección de difusión cultural del Edo. De B.C., Mexicali, B.C. 1977, Textos de David Piñera Ramírez.
P.D. DE “EL DIVULGADOR”: El documento Original, del autor Garci Ordoñez de Montalvo, contribuyó a precipitar la búsqueda de oro por los españoles en América del Norte. En 1535 cuando el explorador Hernán Cortés desembarcó con su tripulación en lo que hoy se conoce como Baja California, creyeron que habían llegado a la tierra de Calafia.
Una parte del original de este documento “Las sergas de Esplandián” fue traducida por Edward Everett Hale para la Sociedad de Anticuarios y la historia se imprimió en la revista Atlantic Monthly en 1864. En 1770, toda la costa del Pacífico estaba controlada por España y se le dio el nombre de California y a las personas de habla española que vivían allí, fueron llamados Californios. (Yoreme´s Weblog)
Garci Rodríguez de Montalvo tiene el honor, sin pretenderlo, de haber dado nombre a una amplia región del continente americano, ya que uno de los lugares imaginarios que aparece en la obra de Las sergas de Esplandián, una isla denominada Ínsula California, alcanzó notoriedad cuando los conquistadores españoles impusieron su nombre a lo que hoy es una amplia región de México y los Estados Unidos.